La declamación

30.10.2024

La declamación es la interpretación de un poema, buscando profundizar su mensaje con el uso armonioso de la voz y la sutileza del gesto. La declamación busca cautivar al espectador para que vibre con el sonido y significado de las palabras, acentuando con el gesto y el movimiento aquellos versos o palabras que destaquen el sentimiento y la emoción contenida en el poema. 

Procesos en la declamación 

Dicción: Se refiere a la manera de pronunciar palabras o construcciones. En declamación necesitamos que cada verso y cada palabra contenida en el poema, llegue con claridad a los oídos de quienes escuchan. Por ello el objetivo fundamental es lograr la claridad articulada en la dicción; a través de una pronunciación correcta, acentuación con elegancia y un fraseo coherente respetando las pausas del escrito. 


Gestos: Consiste en el movimiento del rostro o de las manos con que se expresan diversos estados de ánimo. A veces, un gesto vale más que una palabra. Si el declamador no emplea con acierto los ademanes, o los utiliza fuera de conveniencia, desluce su interpretación y revela una desarmonía que los oyentes perciben enseguida. Debemos entender que se declama fundamentalmente con la palabra que transmite ideas, no se declama con las manos, y los brazos no son aspas de molino. Quienes exageran en los ademanes corren el riesgo de desaparecer al declamador y la declamación. 


Movimiento: Cuando un declamador se mueve incesantemente en el escenario o, por el contrario, se queda como fijo al estrado, adopta alguno de los extremos incorrectos en lo que a movimiento se refiere; los pasos deben apoyar a la palabra, pero nunca dominarla. 


Naturalidad: La naturalidad refiere a la concordancia de los movimientos con el conjunto integral, físico, temperamental y conceptual del declamador. Lo que no aparezca como un brote natural del momento y de la idea, está mal hecho, por lo que todo intento de imitación es desaconsejable. 


Flexibilidad: La capacidad de variar el tono, la intensidad, el alcance, la velocidad, la entonación y las pausas se llama flexibilidad, muy importante para darle a la Declamación una fisonomía atrayente. Una voz monótona, siempre igual, que no se modifica a lo largo de una disertación, fastidia la atención del público y provoca el desinterés. 


Pausas: Consiste en la breve interrupción del tiempo en un poema. Existen algunos signos principales en nuestras declamaciones con diferentes tiempos de pausa: La coma, que vale un tiempo. Cuando se encuentre punto y coma pensará "uno, dos". Si se trata de un punto, ya sea punto y seguido, punto y aparte o algunos signos equivalentes como el cierre de admiración o de interrogación, contará tres tiempos normalmente: "uno, dos, tres". Y en el caso de puntos suspensivos, contará cuatro tiempos: "uno, dos, tres, cuatro".  


La voz: La voz representa el apoyo más firme al declamador, si se posee las virtudes que le favorecen; de lo contrario, habrá que corregir los defectos de la misma, en la medida de lo posible. 

En conclusión, la declamación es una práctica artística que va más allá de la simple recitación de un texto; es un medio expresivo que permite transmitir emociones, ideas y valores de manera profunda y conmovedora. A través de la declamación, el declamador conecta con su audiencia, interpretando el texto y dándole vida a través de su voz, gestos y entonación. Esta actividad fomenta habilidades de comunicación, confianza y sensibilidad artística, convirtiéndose en una herramienta invaluable para el desarrollo personal y el fortalecimiento de la expresión oral en quienes la practican.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar